El Real Madrid se lamió las heridas de la derrota en El Clásico. Quien pensara que ese tropiezo iba a minar la moral del equipo se equivocaba. Los de Chus Mateo sufrieron ante Anadolu Efes en un nuevo encuentro de la Euroliga, pero se sobrepusieron a todo y acabaron llevándose el triunfo en la cuarta prórroga (130-126). Fue un partido descomunal. Un choque único. [Narración y estadísticas en directo].
El partido pasará a la historia del baloncesto. Se jugó un partido y medio. 60 minutos de puro espectáculo, con constantes alternancias en el marcador y un sinfín de emociones. Cayó del lado blanco que sacó su gen ganador en el momento decisivo.
Dzanan Musa fue el héroe de la noche. El bosnio se mostró imparable durante todo el partido. Fue el mejor en los primeros minutos y se echó el equipo a la espalda en un final de tercer cuarto pletórico. Acertadísimo en los porcentajes de tiro, guio a los suyos a un triunfo agónico que no se decidió hasta los últimos instantes de la cuarta prórroga.
Y es que Anadolu Efes puso las cosas muy difíciles a los de Chus Mateo. Dejaron en tan solo 13 puntos a los blancos en el segundo cuarto e iniciaron la segunda mitad de forma formidable. Pudieron llevarse el triunfo, pero el gen ganador del Real Madrid lo acabó impidiendo.
Los blancos debían reaccionar. La derrota en El Clásico no se esperaba y desde el primer momento salieron con mucha fuerza en vistas de no tener sorpresas contra Anadolu Efes. Sin duda, Musa y Tavares fueron los grandes exponentes del Real Madrid en el primer cuarto. Ambos firmaron ocho puntos y crearon muchos problemas a la zaga visitante.
El conjunto dirigido por Chus Mateo se mostró muy sólido en la pintura con 10/14 tiros acertados, pero estuvo algo más espeso en el triple. Los blancos no pudieron explotar una de sus mejores armas y su 1/5 desde el exterior provocó que el resultado fuera algo más ajustado de lo esperado al término del primer parcial.
Le costó mucho más al Madrid en el segundo cuarto. Tanto es así que cerró el parcial con tan solo 13 puntos. Al descanso, Chus Mateo hizo hincapié en eso, en el pobre papel de su equipo en fase ofensiva. Y es que los blancos tuvieron un problema en el perímetro. El porcentaje en el triple después de los 20 primeros minutos era muy pobre. Tan solo 2/15. Así era muy complicado ganar.
Llegaron con dos puntos de ventaja al descanso, pero tras la reanudación llegó un vendaval de Efes en los primeros minutos. Firmaron un 0-8 de inicio y, con 4-13 de parcial, Chus Mateo volvió a parar el choque. No estaba nada contento, su equipo perdía de siete puntos con algo más de un cuarto y medio por disputarse.
Máxima igualdad
El tiempo muerto hizo efecto. Los blancos mejoraron. Se mostraron mucho más agresivos, prueba de ello las dos acciones de Musa y Campazzo provocando un 2+1 por pura garra, y devolvieron la igualdad al marcador.
Los últimos minutos del cuarto fueron de absoluto infarto. En realidad, todo el cuarto fue un caos. Se pasó de un parcial de 4-17 para Anadolu Efes a un 22-8 de los blancos. Las claves: un gran trabajo en el rebote y una actuación pletórica de Musa, que anotó 13 puntos. Ya sumaba 23 en todo el partido.
La segunda mitad estuvo llena de transiciones. Fue un correcalles constante. Efes comenzó a coger algo de ventaja, pero Musa se empeñó en que el partido tenía que caer de lado del Real Madrid. En una situación límite, a tres puntos de los turcos y con 93 segundos por jugar, anotó un triple que desató la locura en el WiZink.
La tensión era máxima. Larkin tuvo la oportunidad para cerrar el choque en favor de Efes, pero su triple tocó el aro y salió fuera. El balón llegó a Campazzo que intentó la heroica con un lanzamiento desde su campo que no entró. 81-81 y el partido se marchaba a la prórroga.
Primera prórroga
El Real Madrid comenzó el tiempo extra con un triple de Campazzo. Toda una declaración de intenciones. Se pusieron con cuatro de ventaja, pero Efes, empeñado en no rendirse volvió a igualar el choque a 88 puntos.
Con dos arriba, Musa intentó un triple que no acertó por culpa de una falta clarísima de un defensor que no fue señalada. En el contragolpe, los colegiados pitaron una doble técnica y Efes dispuso de tres tiros libres para ponerse por delante. Solo anotó un punto y el Madrid seguía arriba en el luminoso.
A falta de 1:36, los árbitros acudieron al VAR para revisar si Causeur tocaba o no un balón antes de que se marchara por línea de fondo. Cada detalle era fundamental en un encuentro tan igualado. El balón acabó en posesión del Real Madrid, que no aprovechó para anotar.
Efes tuvo la oportunidad de ponerse por delante a falta de 24 segundos, pero sus jugadores fallaron dos triples totalmente liberados. Campazzo recibió falta y se fue a la línea de tiros libres para poner a los suyos con tres de ventaja a falta de 18 segundos. Falló el primero y los turcos tenían la última posesión para ganar.
Causeur optó por hacer una falta a ocho segundos obligando a Larkin a ir a la línea de tiros libres y poder así hacer que el Madrid tuviera la última posesión. Los dos entraron y tan solo quedaban unos instantes para salvar la situación. Una canasta daba el triunfo a los blancos. Hezonja tuvo la opción con un triple, pero el balón se salió del aro y el choque se fue a otra prórroga.
La hora de la verdad
La segunda prórroga comenzó de forma frenética. Se revisó una posible agresión de Musa que no pasó a mayores y Anadolu Efes dio un golpe sobre la mesa con tres triples que hicieron mucho daño al cuadro blanco. El Real Madrid estaba contra las cuerdas, nueve por debajo en el marcador y con 2:08 por jugar.
Parecía imposible, pero el Real Madrid logró la épica y cerró la segunda prórroga con nueve puntos consecutivos. Hezonja fue el héroe mandando el choque al tercer tiempo extra con una bandeja sobre la bocina.
La tensión se mascaba en la tercera prórroga. La igualdad se mantuvo hasta el final y se llegó con empate a falta de 36 segundos. Los colegiados señalaron que Musa pisaba la línea en una acción muy dudosa. Istak puso por delante a los suyos tras recoger un rebote ofensivo clave.
El Madrid jugaba a falta de 13 segundos para ganar o forzar otra prórroga. Tavares machacó el aro a falta de cinco segundos, forzando la cuarta prórroga del partido. Un partido para la historia.
Ahí el Madrid no perdonó. Hezonja puso patas arriba el WiZink con un triplazo a falta de 35 segundos que daba una ventaja de cuatro puntos a los blancos. Ahí acabó el partido. Los de Chus Mateo no lo dejaron escapar y se llevaron un triunfo histórico.