Desde su llegada al Heerenveen, Martin Odegaard se ha convertido en imprescindible para su entrenador. El noruego se ha hecho con un puesto de titular gracias a su calidad y desequilibrio, el mismo que hace que sus rivales solo le puedan parar a base de juego duro.
En el último encuentro frente a el Roda, Mohamed El Makrini propinó a una severa patada al jugador cedido por el Real Madrid cuando este intentaba controlar el balón, lo que significó la expulsión directa. Hace dos semanas otra acción contra Odegaard terminó también con una roja al rival. Este es un indicativo de lo desequlibrante que se está mostrando el joven futbolista en su andadura por Holanda.