De Frutos tira la puerta abajo: 'rookie' del Castilla

La buena temporada del Castilla le hace digno merecedor de ocupar la tercera plaza de la clasificación tras haberse disputado 27 jornadas. El equipo de Manolo Díaz es el máximo goleador del grupo 1 de Segunda B, y buena culpa de ello la tienen tanto Cristo González como Jorge de Frutos. Este último, siendo su primer año vestido de blanco procedente del Rayo Majadahonda, está demostrando que está a la altura de las circunstancias con un gran rendimiento traducido en goles y asistencias.

En cuanto a la aportación anotadora, De Frutos suma seis dianas en 24 encuentros disputados. De esta manera, se sitúa en la segunda posición del pichichi del equipo, pues el único que le supera es el propio Cristo, quien lleva una temporada de dulce y acumula un balance de 13 goles en 26 partidos.

Además, los tantos de ambos atacantes han sido decisivos en partidos complicados como el del Valladolid B, pues se complicó contra natura y se resolvió en los instantes finales con gol de Cristo tras haber marcado previamente De Frutos.

Además, el joven extremo derecho no solo aporta un gran olfato goleador, sino que también ha sacado a relucir su gran visión de juego y su capacidad de asociación con sus compañeros, habiendo repartido hasta cinco asistencias en esos 24 partidos jugados. En cifras totales, De Frutos ha participado en 11 goles del Castilla en los 1.780 minutos que ha disputado, por lo que sin ninguna duda ha demostrado ser un jugador importante en la línea ofensiva que siempre da lo mejor de sí.

De Frutos a punto de realizar un disparo a puerta ante el Valladolid B

Una dupla letal

Así las cosas, la pareja Cristo - De Frutos es la máxima responsable del abundante acierto anotador del filial madridista, pues de los 47 totales, entre ambos suman 19 goles y 14 asistencias.

Esto significa que 33 dianas o han nacido de sus botas, o han sido ellos mismos los encargados de materializar las ocasiones, por lo que sin ninguna duda, Manolo Díaz tiene a su disposición a dos futbolistas descomunales a la hora de generar peligro y de meter el susto en el cuerpo a la defensa rival.

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