El Juvenil A del Real Madrid logró proclamarse campeón de la Copa del Rey de su categoría tras imponerse al Espanyol en un duelo decidido en la prórroga. El conjunto entrenado por Hernán Pérez sumó el tercer título de estas características en los últimos 29 años. Un logro que, además, se consiguió con una plantilla que mezcló numerosos jugadores de primer y segundo año.
El conjunto merengue, cabe recordar, comenzó perdiendo el duelo ante el Espanyol. Un gol de Miguel cuando apenas se habían disputado siete minutos de partido. La final se complicaba demasiado, sobre todo en términos de motivación. Sin embargo, el equipo de Pérez reaccionó muy rápido y consiguió poner las tablas en el marcador por medio de Lorenzo en el minuto 9.
La igualdad se alargaría durante todo el duelo. Tanto que tuvo que ser el tiempo de la prórroga el que desnivelara la balanza. Takuhiro Nakai, en el minuto 94 de partido, consiguió sacarse un disparo imparable en la frontal del área. Tras un gran despliegue físico, el filial madridista aseguró el título de la Copa del Rey en categoría juvenil.
El simple hecho de haber conseguido el título ya es un logro a destacar en el Real Madrid. Y es que el club merengue había pasado una cierta sequía en las últimas décadas que se ha ido resolviendo estas últimas temporadas. De hecho, el premio de esta temporada supone el tercer título de Copa del Rey para el Juvenil del conjunto madridista en los últimos 29 años.
El Real Madrid se llevó el galardón también en 2017 ante el Atlético de Madrid con un contundente 4-1. Y en 2013, los canteranos merengues se hicieron con el título de campeones ante el Athletic con otro duro 4-0. Pero, más allá de esos triunfos, habría que remontarse a 1993 para ver la última victoria en la final. En aquella ocasión fue ante el Barcelona y, como contra el Espanyol, se logró vencer con un ajustado 2-1.
La clave de la edad
Pero lo que no tuvieron ninguna de esas plantillas es un equipo prácticamente dividido entre jugadores de primer año y de segundo año. Es decir, jóvenes de 18 o de 19 cuya experiencia, compatibilidad y trayectoria muchas veces es muy desigual. Pese a ello, el Real Madrid ha conseguido finalizar como campeón de la Copa del Rey.
La estadística confirma esa conjugación de jugadores. 13 de los miembros del plantel de Hernán Pérez tienen 18 años. Entre ellos Nakai, goleador fundamental en la final ante el Espanyol. Los otros nueve integrantes del filial son de 19 años, como es el caso de Lorenzo, primer goleador del partido que decidió el título.
Además, también hay que sumarle la continuidad de dos jugadores que ya figuraban en la plantilla del Juvenil A la pasada temporada. Solo dos nombres cuentan con esa experiencia. Salazar, delantero de 18 años, es uno de esos nombres que se están reafirmando en el filial merengue. Bruno Iglesias, otra de las perlas de también 18 años, es el segundo jugador que ya lucía en la lista del Juvenil A el curso pasado.
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