Preocupante sequía goleadora de Benzema en la Liga
La carencia goleadora de Benzema ha provocado que esté en el centro de no sólo las miradas, sino también las críticas del conjunto blanco. La falta de atino del galo de cara a portería en la Liga comienza a ser un peligro evidente para los intereses del Real Madrid y de su exigente afición.
22 enero, 2017 22:24El gélido invierno no está siendo el mejor aliado de los blancos en el terreno de juego. Tras la racha de cuarenta partidos invictos, los propios jugadores son conscientes de que no están dando su mejor versión, y por ello es necesario un cambio de actitud en la plantilla. Una de las ausencias más notables en el campo ha sido la de Benzema. En los últimos nueve encuentros de la Liga, el galo tan solo ha conseguido marcar un tanto frente al Granada. En el cómputo global de la temporada, los datos no mejoran: cinco tantos, por los 11 que firmó los 17 primeros partidos de la pasada campaña. Cifras que la afición madridista no está dispuesta a aceptar acostumbrados a su alto nivel de rendimiento.
El delantero blanco, que cerraba en diciembre un 2016 de ensueño, a día de hoy no se encuentra tan cómodo en el césped. Sabe que en el Real Madrid no se admiten fallos y en la Liga no está deslumbrando como habitualmente lo hacía. Los errores cometidos ante el Celta y el Málaga le están pasando factura, y la afición disconforme con Benzema, quiso dar un toque de atención al jugador. En el partido ante el conjunto de Marcelo Romero en el Santiago Bernabéu se pudieron escuchar en varias ocasiones los pitidos de la grada hacia el galo.
EL APOYO DE ZIDANE
Aunque esté pasando por una mala racha, Zinedine Zidane tiene plena confianza tanto en Benzema como en el resto de delanteros y sabe que su insaciable hambre de gol volverá muy pronto. Por ello, pidió expresamente en rueda de prensa a la afición madridista apoyo y paciencia con los jugadores en momentos complicados y donde es más fácil encajar las críticas.
Benzema, que nunca pasa indiferente en Chamartín, tendrá que trabajar muy duro en lo que queda de temporada para estar a la altura del club, volver a hacer temblar las porterías rivales y sobre todo ganarse a la afición blanca cambiando los pitidos por ovaciones.