La Copa aún no está perdida. El Real Madrid tiene muy claro cuál es su objetivo, tiene ilusión y cree que puede conseguir el pase a la siguiente fase. Por ello, este miércoles los de Zidane saldrán a Balaídos con la ambición de conseguir una remontada histórica que les meta en las semifinales de la Copa del Rey. Tras perder 1-2 contra el Celta en el Santiago Bernabéu, el equipo blanco tendrá que salir enchufado desde el minuto uno del partido para darle la vuelta al marcador y pasar de ronda.
De esta manera, el Real Madrid viaja a Vigo con la idea de demostrar que lo ocurrido en los últimos encuentros, exceptuando el 2-1 en el partido liguero contra el Málaga, ha sido solo un bache. No pasar de ronda sería echar a perder el gran trabajo que hicieron los de Zidane en octavos contra el Sevilla y es por eso por lo que el Real Madrid, a pesar de las bajas, saldrá con todo esta noche: los jugadores saben que este partido es la ocasión perfecta para dar un golpe de autoridad. Está en juego el triplete, y los blancos son conscientes de ello.
Tras conseguir ganar en 2016 la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundialito de Clubes, Zidane quiere mantener viva la ilusión de ganar -y optar- a todos los títulos. Ya dejó claro hace unos días que se resiste a dejar escapar esta Copa, y más después de no haber podido competir por ella en la temporada 2015/2016. El técnico francés, los jugadores y la afición están por la labor de intentarlo.
La ambición por conseguir el triplete es la gran motivación de los de Zidane para salir a ganar y pasar de ronda. Además, el Real Madrid es un club de remontadas. Por ello, el equipo, el técnico y los jugadores están por la labor de intentarlo. Que se prepare el Celta, que el Real Madrid llega esta noche con la intención de dar guerra.