Desde que Zidane tomara los mandos del Real Madrid, el conjunto blanco se dedicó única y exclusivamente a acumular éxitos; la Undécima, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes dan fe de ello. Hasta tal punto llegaba el dominio del Madrid de Zizou que llegó a acumular 40 partidos consecutivos sin conocer la derrota, hecho que le aupó en las apuestas como máximo favorito a hacerse con todos los títulos por haber.
Pero la llegada del 2017 no le ha hecho ningún favor al técnico francés y sus pupilos. La racha cayó ante el Sevilla en Liga y diez días después el Madrid ha tenido que despedirse de la Copa del Rey. Enero, mes maldito blanco. El equipo ha cosechado tres victorias, dos empates y dos derrotas en 25 días y con un juego bastante alejado del poderío de la primera mitad del curso.
El bajón de enero no es algo nuevo en el Santiago Bernabéu. Zidane está pasando por un mal trago por el que ya tuvieron que pasar en antaño tanto Carlos Queiroz como Carlo Ancelotti, ninguno de ellos continuaría en el cargo al término de la temporada.
La historia se repite. Un Madrid arrollador completa una primera vuelta casi perfecta para posteriormente caer en un pozo que le alejaría de los grandes títulos. Las similitudes están ahí. Carletto, en 2014, cosechó 24 victorias y únicamente dos derrotas, cifrase recuerdan al récord de Zidane. Con Queiroz, en 2003, el caso es casi idéntico; una mitad de temporada repleta de éxitos que colocaban al Madrid de los 'Galácticos' en el liderato liguero y máximo aspirante a Champions y Copa.
El palmarés final se quedaría en un Supercopa de España en el caso del portugués y una Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes con el italiano. Sin duda, unos títulos que se quedan cortos en comparación a las esperanzas puestas al final del mes de diciembre. El Madrid de Zidane lleva la misma dinámica pero aún queda tiempo para evitar repetir una historia que se costó el puesto de dos entrenadores en el banquillo blanco. Los fantasmas del pasado acechan a Zidane, ahora toca espantarlos.