El Real Madrid ha sabido sacar provecho de algunas salidas de sus jugadores, a pesar de que siempre se le ha tachado de lo contrario. Higuaín, Mezut Özil o Di María supusieron grandes aciertos para el club blanco, tanto por su rendimiento en el equipo como por el beneficio posterior.
José María Callejón es otro de ellos. Canterano del club blanco, regresó al Madrid procedente del Espanyol por 5 millones de euros y tras dos temporadas salió rumbo al Nápoles por 9,5 millones, lo que se tradujo en un ingreso de 4,5 millones. Michael Owen llegó desde Liverpool al Bernabéu por 12 millones de euros. Tras una temporada en la que no obtuvo demasiada participación –a pesar de contar con buenas cifras goleadoras- fue traspasado al Newcastle por 25 millones, 13 más que lo que se pagó por él.
Fernando Redondo fue traspasado por el Tenerife por 3,5 millones de euros. El Madrid completó una operación muy rentable, vendiéndolo por 17,5 millones e ingresando así 14. Otro de los ejemplos fue Seedorf. El Real Madrid pagó 8,6 millones de euros a la Sampdoria y tras cinco temporadas en el conjunto merengue, el Inter se hizo con sus servicios por 25 millones.
Robinho fue comprado al Santos por 25 millones y tras cuatro magnificas temporadas con la elástica blanca, fue traspasado al Manchester City. Pagaron 42 millones por él, 17 más que lo que en un principio costó al Madrid. Gonzalo Higuaín costó 12 millones al Madrid. A pesar de que se embolsaron 30 millones con su traspaso al Nápoles, el equipo italiano también ha sacado rendimiento del jugador con su traspaso a la Juventus.
Con la salida de Özil al Arsenal, el Madrid ingresó 50 millones de euros, una cifra mucho más elevada de lo que pagaron al Werder Bremen (15 millones). Por último, el jugador que más dinero ha dejado en el club blanco ha sido Di María. Los merengues pagaron por él 30 millones al Benfica y consiguieron traspasarle al Manchester United por 70 millones.