Zinedine Zidane y Antonio Pintus han preparado dos semanas de intenso de cara al partido de ida ante el Nápoles en los octavos de final de Champions. El cuerpo técnico blanco aprovechará la eliminación copera y la ausencia de encuentros para recuperar sensaciones y llegar en el mejor tono físico al decisivo duelo ante el conjunto italiano. El comienzo de año ha sido muy exigente para el Real Madrid y la plantilla ha sufrido un gran desgaste acentuado aún más por las lesiones. El objetivo es evitar más percances musculares y preparar la máxima competición aunque pensando también las dos difíciles visitas que tendrá que hacer el líder de La Liga a Balaídos y El Sadar.
El entrenador francés además aprovechará para trabajar la estrategia y otros aspectos que el calendario no ha permitido en un mes de enero con partido cada tres días. En el conjunto blanco se cree que esta especie de minitemporada hará que el equipo se reencuentre con su mejor versión, además de aprovechar para ir recuperando jugadores poco a poco. James y Pepe ya entrenan con el grupo y el próximo en hacerlo será Modric. Más tiempo aún llevará recuperar a un Gareth Bale al que Zidane espera con los brazos abiertos ante los problemas con el gol.
Las vacaciones de Navidad obligaron a Pintus a realizar una minitemporada antes del primer partido del año y ahora el preparador físico se centrará en poner a los jugadores a punto con el 15 de febrero como fecha clave. Ese día el Real Madrid recibirá al Nápoles en el Santiago Bernabéu y la eliminatoria de Copa ante el Celta ha dejado una lección para el cuerpo técnico: hay que sentenciar en casa.