La última jornada de Liga estuvo marcada por la suspensión del Deportivo - Betis el viernes y del Celta - Real Madrid del domingo por el temporal que azotó la zona norte de la península. Aunque en un principio el partido podría haberse jugado al haber tiempo suficiente o bien para las reformas o bien para buscar otro estadio, La Liga decidió suspender el encuentro, generando ahora un problema con el calendario, ya que no hay fechas libres para el partido.
Este lunes han comenzado las obras para reacondicionar Balaídos, un estadio que ha demostrado no estar a la altura de las exigencias no solo de España, sino de Europa. Tras los desperfectos originados por el temporal, esta mañana se ha comprobado que ha habido un nuevo desprendimiento con la caída de una nueva plancha de uralita y el desprendimiento de parte de otra, tal y como informa Faro de Vigo.
Esta situación ha dejado en evidencia al alcalde de Vigo, ya que Balaídos lleva años sin ser un estadio seguro y simplemente se han salvado por cuestiones meteorológicas. Además, el propio Alcalde había confesado hace años que las obras para la remodelación iban a empezar en breve, algo que no ha ocurrido y que ha terminado por demostrar la falta de profesionalidad, aunque ahora intenta desviar la atención hacia las presiones del Madrid por jugar el partido.