El Real Madrid afronta una situación liguera un tanto atípica. Es líder en solitario, con un punto de ventaja sobre el Barcelona, pero con dos partidos menos. El primero de ellos, el Valencia, ya tiene fecha y hora oficial y se disputará el 22 de febrero a las 18:45 horas. El otro, el suspendido ante el Celta por el temporal, no tiene fecha y puede llegar a disputarse en mayo si ambos consiguen llegar hasta las últimas fases tanto de Champions como de Europa League.
La suspensión del partido ante el Celta ha enfadado, y mucho, al Real Madrid. La sensación desde el comienzo de la temporada es que van a tener que luchar contra todo y contra todos si quieren proclamarse campeones de Liga. Arbitrajes como el del Clásico en el Camp Nou o situaciones como la vivida con Balaídos muestran una Liga adulterada donde casi todas las decisiones van en contra del conjunto madridista.
El equipo de Zidane afronta ahora una presión psicológica a la que no se ha tenido que enfrentar prácticamente ningún equipo. Esta próxima jornada de Liga el Madrid juega ante Osasuna -si el tiempo no lo impide- a las 20:45 del sábado, por lo que al momento de que comience el choque, tendrá tres partidos menos que su inmediato perseguidor, el Barcelona. En una Liga que se presume reñida hasta el final, no contar con esos seis posibles puntos desvirtúa bastante la competición, ya que no es lo mismo verse a un punto que a siete. Además, la sensación en el Madrid es que La Liga no ha hecho lo suficiente para que se pudiese disputar el encuentro, ya que en el momento de lo ocurrido, aún faltaban más de 24 horas para buscar una solución o al menos una alternativa para disputar el partido.