Cinco partidos en febrero es lo que le viene al Real Madrid durante lo que queda de mes. Este mismo sábado los blancos visitarán a Osasuna, para luego jugar dos encuentros seguidos en el Santiago Bernabéu ante Nápoles y Espanyol. Después deberán disputar el partido aplazado por el Mundial de Clubes frente al Valencia -el día 22 a las 18:45 horas- y contra el Villarreal ese fin de semana.
A esto hay que sumarle que solo en los doce primeros días de marzo, los de Zidane deberán disputar otros cuatro choques frente a Las Palmas, Éibar y Betis en Liga, y la vuelta de los octavos de final de la Champions League contra el Nápoles.
Un calendario imposible y todo ello después de dos semanas sin jugar un solo encuentro por el también aplazamiento contra el Celta de Vigo. Este partido aún no tiene fecha para su disputa, pero lo que es seguro es que ahogará un poco más el ya sufrido calendario merengue.