El 22 de noviembre, Gareth Bale se lesionaba en el tobillo. 83 días después, el galés ha vuelto a entrenar con sus compañeros. Este domingo, el de Cardiff ha podido volver a sentir lo que es pisar el césped junto al resto del equipo tras su grave lesión.
En todo este tiempo, Zidane ha tenido que buscar la manera de solventar el problema creado con la ausencia del galés. Lucas Vázquez ha sido la principal alternativa buscada por el técnico galo. Con el gallego podía mantener su esquema preferido, el 4-3-3. Sin embargo, el francés no ha dudado en cambiar el sistema cuando ha creído oportuno. En muchos partidos ha decidido reforzar el centro del campo con un jugador más y dejar a Cristiano y Benzema en punta, utilizando un 4-4-2.
Con la vuelta de Bale, Zidane podrá volver a contar con su trío de ataque preferido. El galés aportará la velocidad y los goles que, en algunos encuentros, ha echado en falta el equipo. El '11' ha de mostrado que puede echarse al equipo a la espalda cuando lo necesitan y ha marcado tantos decisivos para la consecución de títulos, como el que marcó en las finales de Copa del Rey y Champions League en la temporada 2013/2014.
Con su vuelta a los entrenamientos, hay una posibilidad de que Zidane decida incluirle en la lista de convocados para el importante partido ante el Nápoles. Sin embargo, el francés no es un técnico que arriesgue con los jugadores, por lo que si no está seguro de que tenga el tono físico necesario, el próximo fin ante el Espanyol llegará su oportunidad, casi tres meses después de su lesión.