Barcelona y Alavés se verán las caras en la final de la Copa del Rey de esta temporada, el partido, pese a las preferencias de cada equipo, se disputará en el Vicente Calderón. El conjunto vasco quería jugar en San Mamés, mientras que los culés exigían el Santiago Bernabéu como sede de la final.
El Real Madrid no ofreció en ningún momento su feudo para la disputa del partido, además que el propio Florentino Pérez ya avisó el año pasado que a finales de mayo comenzarían las obras en el estadio madridista, algo que no ha sentado nada bien al eterno rival.
Sin embargo, un inesperado defensador les ha salido a los blancos, y es que Carles Puyol ha asegurado antes de los Premios Laureus de este martes que "cada año se suscita ese morbo pero entiendo la postura del Real Madrid. Si tienen obras, pues tienen obras". Con estas palabras, el excapitán del Barça zanjó la polémica dando una lección al club azulgrana y a su afición.