El Real Madrid terminó el encuentro de ida frente al Nápoles agotado, pero con la satisfacción de haber logrado una buena ventaja, y más tras comenzar el duelo perdiendo. En el vestuario blanco tienen el convencimiento de que este es el camino a seguir y que si mantienen el nivel de juego exhibido en el Santiago Bernabéu, ganarán el encuentro de vuelta.
También es cierto que la plantilla madridista cree que se podría haber logrado algún gol más y sentenciar ya la eliminatoria. Por ello, viajarán a San Paolo sabiendo que van a sufrir, y con el respeto que merece un estadio complicado que apretará desde el principio. Pero los jugadores son conscientes de lo que se juegan y les sobra experiencia en este tipo de partidos.