Roberto Martínez: "El Madrid siempre sale a ganar"
Roberto Martínez ha concedido una entrevista para AS en la que relata su paso por la liga española. Considera que a pesar de lo que supone jugar en un equipo como el Real Madrid, fue un período muy gratificante para él, en el que pudo disfrutar.
18 febrero, 2017 09:45Noticias relacionadas
LLEGADA A ESPAÑA
"Fue jugando en Nueva Chicago, y para centrarme en los estudios que ya cursaba. Por un lado, había pagos que no llegaban. Por otro, rechazaban ofertas y no querían darme la libertad. Hasta que preguntó por mí un club de Mendoza -Huracán Las Heras- y me permitieron irme allí porque creyeron que ya nunca volvería al primer nivel. Pero dos años después me fichó Unión de Santa Fe, y después Banfield, donde apenas estuve cuatro meses: fue un buen arranque de campeonato y desde España se interesaron ya por mí".
ETAPA EN EL ESPANYOL
"Me llevó un empresario -Arturo Bogossian-. Cuando me habló de la posibilidad, estaba convaleciente de una lesión, con un brazo enyesado, y tuve el impulso de quitármelo inmediatamente. Lo que sí hice fue ir a Mendoza a recuperarme con un preparador físico al que conocía, para estar en forma en 20 días. Era una batalla a contrarreloj, porque el mercado iba a cerrar en España. Llegué físicamente bien, pero me faltaba fútbol".
JOSÉ EMILIO SANTAMARÍA
"A falta de horas para el cierre del mercado, Santamaría me hizo probar en un partido amistoso. Y decidió ficharme. Años después me lo explicó: 'Te vi hacer un desborde, cómo acomodaste el balón con el pecho y la forma en que tirabas a puerta, eso me convenció".
ETAPA EN EL ESPANYOL
"Se armó un equipo de mucho carácter, competitivo, con mucho genio y ganador: Glaría, Borja, De Felipe, José María, Solsona… Mucha experiencia y juventud. La clave fue que, pese a que fiché como ‘nueve’, Santamaría me liberó. Entraba desde la banda y me movía con libertad, con el complemento perfecto del ariete, que era Amiano. Estuvimos muy cerca del título pero nos faltó el toque final. Aun así, es un orgullo haber estado en el mejor Espanyol de la historia de la Liga".
VETERANÍA Y CANTERA
"Mezclar a gente que está acostumbrada a ganar con jugadores que salen de la cantera es una conjunción perfecta, a nosotros nos salió casi redonda y ahora es verdad que se está intentando algo similar".
PARTIDO FRENTE A YUGOSLABIA
"Seguramente fue por aquel encuentro con la España de Kubala, en Belgrado. Miljanic era el seleccionador yugoslavo, y me fichó en cuanto llegó al club blanco. Pero ya me habían pretendido antes. Santamaría les dijo, con sinceridad: “Fichadlo ya, porque conforme pase el tiempo os saldrá más caro".
ETAPA MADRIDISTA
"El Madrid siempre sale a ganar, por eso algunos grandes jugadores no han triunfado allí. La exigencia y la presión son muy grandes, pero también es algo que se contagia. Yo estaba rodeado de estrellas internacionales, desde Santillana a Netzer, Camacho, Pirri, Breitner, Del Bosque, Cunningham, Juanito... Les admiraba por todo lo que podían generar en la cancha. Disfruté mucho".
GRAN ETAPA
"No soy de los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. El fútbol avanza y mejora. Nosotros, por ejemplo, íbamos a jugar a ciudades donde el sol llevaba semanas luciendo, pero cuando llegabas al campo estaba anegado como si hubiera diluviado esa misma mañana. Eso ahora no sucede, se respeta y se busca el espectáculo".
ESPANYOL
"En mi primer año en el Espanyol, el Barça había sido campeón con Johan Cruyff y Sotil. Todo el mundo daba por hecho que se venía una década de triunfos culés, pero el Madrid se reforzó y todo fue al revés. El Barça todavía no había encontrado ese patrón para sentirse grande y disputarle al Madrid la primacía. Y, con el paso del tiempo, el poderío de ambos se ha multiplicado tanto por los presupuestos que nadie les puede hacer sombra en la Liga. Por eso está muy bien cuando algún rival les pierde el respeto y da la sorpresa de vez en cuando".
CASTILLA
"Yo creí que saldría el año anterior, porque me había llegado que Boskov no contaría conmigo. Pero hice una gran semifinal de Copa contra el Sevilla y me quedé. Al año siguiente, y con el Castilla llegando a la final, se dio un movimiento natural: optaron por rejuvenecer la plantilla. Yo tenía 33 años y acababa contrato, así que me fui… Eso sí, fue la primera vez en que el Madrid no renovó automáticamente a la plantilla después de proclamarse campeón de algún título. Tuve una linda despedida, jugando unos minutos contra el Castilla, y además me sentía feliz porque sabía que volvía a Sarrià. El Espanyol es mi casa y el Madrid, los títulos y las competiciones internacionales".
VUELTA A ARGENTINA
"Me volví antes de lo previsto porque, después de retirarme, iba a ver los partidos a Sarrià y sufría mucho. Por el equipo y porque la gente me preguntaba si volvería a jugar. Puse tierra de por medio. Al cabo de unos meses, me llamaron para proponerme ser ayudante del nuevo entrenador -Milorad Pavic-, pero decidí que era demasiado pronto para regresar. Y ese tren ya pasó para siempre".