En las últimas semanas se ha podido ver como algunos jugadores azulgranas se acogían al recurso fácil de la queja arbitral para excusarse de los malos resultados, excepto en el encuentro frente al PSG donde hubiese rozado lo ridículo de haberlo hecho.
Pues bien, los datos revelan que desde que Luis Enrique se hizo cargo del banquillo culé, al Barcelona le han pitado treinta penaltis a favor por seis en contra en La Liga, teniendo un balance de +24. El Real Madrid es el equipo que más se le acerca aunque desde lejos con +15, 27 penas máximas a favor por 12 recibidas.
Mientras el conjunto blanco bate récords de encuentros invictos, choques consecutivos marcando, etc, los blaugranas pulverizan los registros de penaltis a favor en una liga -19 la temporada anterior-, o de choques sin que les lancen desde los once metros -la última vez fue el 14 de febrero de 2016-.
Con todo esto, parece una broma de mal gusto que desde algunos sectores afines al Barcelona, incluyendo futbolistas, quieran hacer ver al aficionado español que su equipo es perseguido y perjudicado por los colegiados, en vez de centrarse en encontrar la identidad perdida.