El sistema actual del Real Madrid perjudica a los mediapuntas. El 4-3-3 y la presencia de la BBC deja sin casi minutos a jugadores como James Rodríguez o Isco Alarcón. Sin embargo, la actitud de ambos jugadores es muy diferente ante una situación casi similar. Mientras el colombiano ha decidido luchar por triunfar en el club blanco, el malagueño tiene la cabeza lejos de la capital de España.
JAMES, DECIDIDO A TRIUNFAR
La disposición de James Rodríguez ha cambiado completamente en los últimos meses. Tras afirmar después del Mundial de Clubes que se planteaba su futuro en el Real Madrid, el colombiano recibió un toque de atención tanto por parte del club como de la plantilla y su entorno más cercano. Después de aquel mal trago, el centrocampista decidió seguir luchando por alcanzar el éxito con la camiseta blanca. El internacional cafetero parecía más fuera que dentro por aquel entonces, pero ahora ha cambiado de actitud y se ha ganado tanto a Zidane como a Florentino Pérez y a toda la cúpula de la entidad madrileña. En el Real Madrid están encantados cómo James ha logrado revertir una situación incómoda y el técnico francés no dudó en premiar al '10' con la titularidad en el encuentro de octavos de final de la Champions League ante el Nápoles.
ISCO, CON LA CABEZA EN OTRA PARTE
Por su parte, la cruz es Isco. No ha gustado en el club blanco sus declaraciones tras el partido ante el Espanyol, que no hacen más que refrendar la idea de que el de Arroyo de la Miel tiene decidido abandonar las filas del Real Madrid en el próximo mercado veraniego. El internacional español termina contrato en 2018 y se ha negado en rotundo a negociar una ampliación de contrato. Nadie duda en el seno de la entidad de Chamartín que Isco saldrá camino de la Premier. El andaluz quiere más protagonismo, algo que ni Zidane ni los dirigentes merengues pueden prometerle. Es por ello que a día de hoy se da por segura su marcha.