La actitud de James Rodríguez ha cambiado. El mediapunta, tras una mala racha en el Madrid, decidió seguir luchando por su sitio en el Real Madrid. Desde que llegó al club, la afición blanca se fue acostumbrando a un jugador que firmaba números espectaculares en cada partido indistintamente de la competición. Sin embargo, el colombiano, después de ser titular y destacar en la gran noche de Champions contra el Nápoles, no jugó ni un minuto contra el Espanyol. Ni siquiera calentó. Algo que sorprendió a los ojos de todo el mundo.
El cafetero ha salido al césped en tan solo diez partidos ligueros de los 21 disputados hasta la fecha, siendo en cuatro de ellos titular pero sin marcar ningún gol. Compañeros suyos como Isco, Kovacic, Lucas y Asensio ya han logrado superar a James en cuanto a rotaciones. Solo Coentrao y Mariano han sido menos veces titulares que el colombiano.
Aunque la competición liguera se le esté resistiendo un poco más, el madridista tiene un rol muy importante en Champions. En la Liga de Campeones ha disputado cinco de los siete partidos protagonizando una buena actuación en la victoria ante el Nápoles en el Santiago Bernabéu y seguramente será fundamental de cara al partido de vuelta contra los de Sarri en San Paolo.