Piqué se ha quedado solo. Sus constantes ataques indiscriminados hacia el Madrid y los colegiados no son apoyados por nadie en el club blaugrana. El central catalán, siempre polémico, son indefendibles y dejan en evidencia al Barça cada vez que un tema así sale a la luz.
El ejemplo contrario es el Real Madrid. Un club ejemplar que guarda silencio aunque sean muchas las injusticias a las que se ven sometidos constantemente. Piqué debería tomar nota y no dejar en cueros a su equipo cada vez que alza la voz.
Este martes, en rueda de prensa, Luis Enrique calló ante la prensa en relación a la actitud de sus jugadores con el cuerpo arbitral. "No tengo nada que decir", sentenció el entrenador culé. Mientras que Zidane se muestra orgulloso de los suyos, parece que 'Lucho' no puede decir lo mismo.