El adiós de un Balón de Oro y tricampeón de Europa

La noticia del fallecimiento de Kopa ha sido el despertador del madridismo en la mañana de este viernes. El jugador francés era una leyenda del Real Madrid, con quien consiguió tres Copas de Europa, dos Ligas y una Copa Latina entre 1956 y 1959. Tres años y tres títulos europeos, no hace falta añadir mucho más.

Kopa formó un equipo de ensueño con jugadores de la talla de Di Stéfano, Gento, Rial y Puskas, una generación que pasó a la historia merengue y hoy en día es leyenda. El francés disputó 103 partidos con la camiseta del Real Madrid, sumando 30 goles. Por si fuera poco, fue Balón de Oro en 1958 y en las cuatro primeras ediciones de este reconocimiento siempre estuvo entre los tres primeros. 

En sus inicios pocos apostaban por él, era pequeño y esmirriado, pero su visión de juego y su dominio del balón -pocos eran los que conseguían quitárselo- sumado a un gran olfato goleador le convirtieron años más tarde en una promesa del fútbol. Tras fichar por el Stade Reims, el otro equipo de su vida, recaló en Madrid donde marcaría un antes y un después en la historia del club merengue junto a sus compañeros de generación. 

Pese a los intentos de que se quedara en el Real Madrid más temporadas, el destino quiso que Kopa regresara a Francia, obligado por una lesión, el cáncer que provocó la muerte de su hijo y su mujer, que nunca se adaptó a la capital española. Volvió al Stade Reims, donde se retiró años más tarde con dos ligas bajo el brazo. La única pega en su carrera fue la selección francesa, con la que no logró ningún título. 

Como si de un presentimiento se tratase, el Real Madrid le rindió homenaje en el Trofeo Santiago Bernabéu, donde el club invitó al Stade Reims de Kopa, y fue este quien realizó el saque de honor acompañado de Paco Gento. Además, en el homenaje a Cristiano Ronaldo por su cuarto Balón de Oro, estuvo presente con varias leyendas blancas que también levantaron ese reconocimiento en su momento. 

El Real Madrid ha querido unirse al dolor de la familia, a la que ha dado el pésame. Todo el mundo del fútbol se une al sentimiento madridista, así como lo ha hecho Sergio Ramos, capitán del primer equipo blanco. Quien siente estos colores llora su fallecimiento. Dicen que no se le escapaba ni una pelota, ahora a nadie se le escapa su recuerdo. Hasta siempre, leyenda.

El adiós de un Balón de Oro y tricampeón de Europa