Luka Modric es sin duda alguna uno de los mejores centrocampistas del mundo. El croata sigue dando clases de magia en cada partido que disputa con el Real Madrid, lo que le ha llevado a entrar en el mejor equipo del año para la FIFA en las últimas tres ocasiones, un dato a la altura de muy pocos jugadores.

El mediocentro del equipo blanco cumplió ante el Betis en el estadio Santiago Bernabéu ante su propia afición, 200 partidos con el Real Madrid desde que fichara por el equipo de la capital española en el verano de 2012 por 30 millones de euros más variables, una precio que actualmente no sería ni la mitad de lo que muchos equipos de Europa pagarían por él y que dejó en evidencia a aquellos que le definían como "un fichaje para tapar vergüenza". 

Dentro de la trayectoria de Modric, hay varios momentos que han marcado la carrera del croata en el Madrid. Uno de los puntos clave fue Old Trafford, donde le dio la vuelta al partido con su gol desde fuera del área que permitió a los blancos empatar el encuentro y posteriormente ponerse por delante con el gol de Cristiano. A pesar de llevar solo unos meses en el club blanco, Luka demostró que estaba destinado a ser alguien importante en el conjunto madridista. 

LISBOA

Además de lo logrado en Manchester y de otros momentos como su gol en Granada que le dio los tres puntos al Madrid en el último minuto, el madridismo recordará la final de Lisboa gracias al gol de Ramos en el minuto 93. Sin embargo, el otro protagonista de esa jugada fue Modric. Fue el croata el que puso el centro medido a la cabeza del central y que mandó el partido a la prórroga en el partido más importante del Madrid de los últimos diez años. 

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