Gerard Piqué volvió a salirse del tiesto por enésima vez. Las declaraciones incendiarias ya son todo una costumbre en el azulgrana, pero no por ello han de permitirse. Tanto la Federación Española de Fútbol como la propia Selección han sido los últimos en molestarse tras unas palabras del catalán.
Sus compañeros y dirigentes de la RFEF no entienden el comportamiento de Piqué y están molestos. Creen que tiró por la borda una noche bonita en la que habían logrado una gran victoria contra Francia por 0-2, con unas declaraciones que no venían al caso.
Tras la conclusión del encuentro, el futbolista del Barcelona acusó gravemente en zona mixta al Real Madrid de estar detrás de las imputaciones a Messi y Neymar, de ser favorecidos por decreto por los árbitros y puso en duda el sistema judicial de España.