La prueba del videoarbitraje en el amistoso entre Francia y España no pudo ser más oportuna para comprobar la importancia de dicha herramienta para terminar con las polémicas y ayudas que reciben algunos clubes por parte de los árbitros temporada tras temporada.
No hace falta mencionar que el VAR se ha convertido oficialmente en el enemigo público número uno del Barcelona tras una puesta a punto perfecta en el Stade de France. El vídeo tuvo que corregir al árbitro hasta en dos ocasiones; la primera tras el gol de la selección francesa obra de Griezmann que finalmente no subió al marcador, y por el contrario, dando validez a una gran jugada de España que culminó con el tanto de Delofeu que en primera instancia fue anulado por el asistente.
Pero el equipo de Luis Enrique no debe preocuparse solo por los goles en fuera de juego que pueda marcar, sino que jugadores como Luis Suárez tendrán que empezar a guardar los codos y dejar las patadas para otro momento, ya que el videoarbitraje puede mostrar al colegiado una agresión que de primeras no se pueda apreciar en el terreno de juego.
Por todo ello, el Barcelona tiene ante sus ojos un nuevo enemigo en la lucha por los títulos de las grandes competiciones y es la legalidad. El VAR será una gran ayuda para los colegiados ante las presiones de jugadores o público, pudiendo estar seguros al cien por cien de todas las acciones que señalen o dejen de señalar durante el encuentro. Una herramienta que de haberse implementado esta temporada, hubiera dejado fuera de la Champions League al equipo catalán.