ARREPENTIDO DE LOS TATUAJES
"Me siento incómodo con mis tatuajes. Me los hacía bajo los efectos del alcohol. Yo bebía porque odio el dolor y lo necesitaba para tatuarme. No lo escondía. Pensaba que los tatuajes me iban a traer paz. Y no es así. Me imagino con 60 años comiendo bizcocho y lleno de tatuajes".
LOS PROBLEMAS CON LA BEBIDA
"Era un alcohólico porque no era capaz de beber sólo una cerveza. Yo bebía hasta caer al suelo no bebía. Cuando llegue el Real Madrid se me fue de las manos. Ahí bebía mucho, pero no era de noche. Algún periodista me veía bebiendo, pero la buena racha que vivía maquillaba la situación".