Marco Asensio llegó al Madrid como una joven promesa que cumplía un sueño de niño como era vestir la elástica madridista. Sustituyendo a Cristiano, jugó como titular la primera jornada de liga y encandiló a la afición con su primer gol como madridista. Después llegaría el turno de la Copa del Rey y la Champions donde también mojó, convirtiéndose en el único jugador en la plantilla que había marcado en tres competiciones.
Pero todo tuvo un principio y al Barcelona se le escapó de las manos cuando tan sólo faltaba estampar la firma. La historia no es clara del todo y mientras algunos apuntan a un mal entendimiento entre clubes, otros hacen recaer la culpa en Zubizarreta y Rossich. El caso es que los 4.5 millones de cláusula del balear no se pagaron y se invirtieron en un lateral brasileño llamado Douglas.
Ese mismo año, meses más tarde, el Madrid haría efectivo el ingreso de 3.9 millones de euros al Mallorca por hacerse con los servicios de Asensio. El jugador se quedaría cedido hasta final de temporada en el conjunto isleño para recalar en el Madrid al inicio de la temporada 2016-17.
No tuvo una presentación de super estrella pero supo emocionar al aficionado con sus lagrimas en el palco. Mientras Florentino daba la bienvenida al jugador español más prometedor desde Isco, un jugador zurdo, veloz y con clase, capaz de adaptarse a varias posiciones en el campo y con un potencial incalculable, el Barça debía conformarse con un defensa brasileño aún desconocido.
Dos temporadas después Marco Asensio es jugador de la primera plantilla del Real Madrid y uno de los futbolistas en los que hay más esperanzas puestas por parte de las altas esferas del club. Zidane le ha ido dando poco a poco protagonismo y ante el Bayern, el pasado miércoles, volvió a dar una exhibición a ojos de toda Europa y del Barcelona.
Rueda de prensa de Zidane tras el Bayern 1-2 Real Madrid by footbie.com