El Real Madrid - Bayern Múnich no dejó indiferente a nadie. El duelo entre los dos mejores equipos del mundo estuvo cargado de calidad, intensidad y polémica arbitral. Los jugadores del conjunto alemán terminaron el encuentro muy enfadados con la actuación de Viktor Kassi, ya que se sentían gravemente perjudicados por sus decisiones.

Uno de los que más mostró ese indignación fue Thiago Alcántara, que no paró de protestar desde el pitido final. La cosa no quedó ahí, ya que con el duelo finalizado el español, Robert Lewandowski y Arturo Vidal entraron al vestuario del colegiado para recriminarle de malas maneras su partido.

Thiago estaba muy encendido y pocos se atrevieron a decirle nada, excepto Florentino Pérez. El presidente blanco, que suele bajar a los vestuarios a la conclusión de cada partido para saludar a sus jugadores, se encontró con el centrocampista y charló con él varios minutos para tranquilizarle, según MARCA. El máximo mandatario madridista le recordó el inexistente penalti pitado en el partido de ida, con la confianza que le da la cordial relación que comparten. Finalmente se despidieron con un saludo amistoso.

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