El Clásico ya está aquí. Este domingo se dan cita los dos primeros clasificados en la competición doméstica, Real Madrid y Barcelona. Ambos conjuntos llegan con sensaciones muy dispares: los de Zidane vienen de cuajar una sensacional eliminatoria de Champions y van sobrados de confianza. Caso contrario el de el cuadro culé, quienes cuentan con poco optimismo y acuden con aires derrotistas al duelo.
LA PRESIÓN DE GANAR SÍ O SÍ
Sin posibilidad de optar a título europeo, el cuadro de Luis Enrique llega al Bernabéu tras el duro golpe que supuso la eliminación de Champions. Con el final de temporada a la vista y los títulos en juego, el Real Madrid les aventaja en tres puntos aún habiendo jugado un partido menos. La victoria de los blancos daría el estoque definitivo a los culés, que verían como sus competidores se alejan en lo más alto de la clasificación, y con un partido más por jugar.
EL AMBIENTE
El Bernabéu es un festín. El estadio se ha convertido en un feudo inexpugnable y el Madrid es difícil que conceda ocasiones al rival. Se presenta una ocasión histórica de lograr un doblete que muchas generaciones no han vivido: el de Liga y Champions. Las gradas volverán a rugir como en la eliminatoria frente al Bayern y será una olla a presión desde el recibimiento a ambos equipos.
EL RECIBIMIENTO A PIQUÉ
El culé es bien conocido en Madrid y no precisamente querido. Piqué vivirá, previsiblemente, una de las pitadas más sonoras que se recuerdan en el Bernabéu. Sus palabras atacando al palco del club y sus últimos tweets, no han sentado nada bien en la afición madridista. Se espera sonido de viento en cada balón que toque y, un poco antes, en la presentación por megafonía.
Penúltimo entrenamiento del Real Madrid antes de #ElClásico by footbie.com