Álvaro Morata no tuvo su noche en la que podría ser la última velada en el Bernabéu como jugador merengue. Al canterano no le salió nada. Estuvo muy ausente y desaparecido y no creó peligro a Sergio Rico. Se le veía frustrado incómodo y no paró de discutir con Undiano Mallenco.
Al ser sustituido el jugador mostró claros gestos de enfado, ni siquiera saludó al técnico merengue tal y como muestran las imágenes de Jugones. Zidane le dio una palmada cariñosa en el pecho al canterano, consciente de que no estaba en su mejor momento anímico. Su enfado no fue por el cambio, al menos no aparentemente, sino por su partido individual. Morata es muy exigente y seguro que le sentó muy mal no haber podido ayudar al equipo con goles y despedir así la temporada en casa.
Los goles de Marcelo y Morata en el entrenamiento del 04/04/17 by footbie.com