El 24 de mayo de 2014, el Real Madrid viviría una de sus noches más históricas. El conjunto blanco se enfrentaba a su mayor reto en años: la final de la Champions, un título que no se conseguía desde 2002. Tres años después, la leyenda de la Décima sigue intacta.

El estadio Da Luz lucía espectacular en un enfrentamiento entre vecinos, Real Madrid y Atlético de Madrid. Una rivalidad histórica, para un partido histórico. Simeone se retaba con Ancelotti. La BBC, contra la fortaleza defensiva rojiblanca. Un choque entre dos estilos diferentes del que solo podía quedar uno.

El Atleti golpeó primero con un gol de Godín en el que Casillas no estuvo afortunado. A partir de ahí, el dominio blanco fue a más al mismo tiempo que el conjunto colchonero se refugiaba en su zaga. Pasaron los minutos y el Madrid no era capaz de traspasar la portería de Courtois. Pero el milagro llegó. Cuando todo parecía acabado y los atléticos ya celebraban -todos menos el Cebolla Rodríguez-, Modric se dispuso a lanzar un saque de esquina en el minuto 93. Una cabeza se erigió por encima del resto, la de Sergio Ramos. El camero voló y batió al belga con un testarazo para la posteridad. El resto de la historia es ya conocida por todos. Bale, Marcelo y Cristiano se encargaron de finiquitar el partido en la prórroga y el Madrid volvió a reinar en Europa.

Se cumplen tres años de aquello. A la siguiente temporada, el club blanco se quedó a nada de volver a alcanzar la final. No tendría que esperar mucho ya que al año siguiente, con Zidane en el banquillo, Milán volvió a coronar al Madrid. Once Champions que en diez días aspiran con añadir una más a la pandilla. Cardiff espera. Lisboa y Milán señalan el camino a seguir.

El Real Madrid celebra su título de Liga en Cibeles by footbie.com

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