La leyenda de Zinedine Zidane en los banquillos se empezó a gestar hace ya tres años. Justo un 24 de mayo de 2014, el Real Madrid se enfrentaba a su mayor reto en años: la final de la Champions League. Enfrente se encontraba el Atlético de Madrid y en el banco merengue Zidane recogía los últimos consejos como segundo entrenador de Ancelotti antes de dar el salto al Castilla al año siguiente.
Ese día Zidane recogió el testigo. Se desenvolvió como nunca en el área técnica y poco le pudo la presión de tratarse una final de Champions. Su sola presencia ya daba algo más de tranquilidad por tratarse del hombre que conquistó la Novena doce años atrás.
Zidane ayudó directamente en la consecución de la Décima. Fue su último paso antes de saltar al frente del Castilla. Una temporada y media en el filial y en enero de 2016 aceptó el trabajo más importante de su vida: entrenar al Real Madrid.
Desde ese punto, todo fue cuesta arriba: la Undécima, la Supercopa de Europa, el Mundialito y hace unos días, La Liga. En apenas semana y media se le avecina otro nuevo reto: convertirse en el primer entrenador en conquistar dos Champions seguidas y con el mismo equipo. Lisboa solo era el pico del iceberg de lo que se venía por delante. A muchos les costaría creer en ese momento todo lo que le daría Zidane al Madrid como entrenador. Lisboa, contigo empezó todo.
El Real Madrid celebra su título de Liga en Cibeles by footbie.com