El Real Madrid pasará a la historia por lo conseguido este sábado en Cardiff. El conjunto blanco ha sido , por segundo año consecutivo, campeón de la Champions League, de forma justa, tras pasar por encima de equipos como el Bayern Múnich, el Atlético de Madrid o la Juventus. Pero, hay varios factores que han hecho posible que hayan podido alzar la máxima competición europea.
EL GRAN TRAMO FINAL DE COMPETICIÓN DE CRISTIANO
El descanso que le ha ido dando Zidane a Cristiano Ronaldo a lo largo de la temporada ha hecho que el luso haya llegado al tramo final de la temporada como un tiro. Esto se ha visto especialmente reflejado en la Champions, donde ha conseguido diez goles desde cuartos hasta la final. El Bayern recibió cinco tantos en dos partidos, al Atlético le mató con un hat-trick en la ida de semifinales y, en Cardiff, abrió la alta y mató el mató el partido anotando el primero y el tercero de los cuatro goles de los blancos.
GRAN CAPACIDAD GOLEADORA DEL EQUIPO
Sin embargo, el gol no ha sido cosa de Cristiano. Los chicos de Zidane han demostrado este curso que tienen un gran olfato goleador. Han conseguido marcar en todos los partidos de la temporada, lo que ha supuesto una gran ventaja a la hora de afrontar los partidos. El último ejemplo ha sido la misma final, ante la Juve. Los de Allegri solo habían recibido tres tantos durante toda la competición. Solo el Madrid le ha conseguido hacer cuatro en un partido.
LA MEJORA DEFENSIVA
A lo largo de la temporada, el Real Madrid ha tenido serios problemas defensivos para mantener su portería a cero. Sin embargo, en el tramo final de competición, el nivel en la zaga a mejorado -sobre todo en Keylor Navas-, lo que ha ayudado en gran medida a la consecución de la Champions. Hasta los octavos frente al Nápoles, los de Zidane habían encajado doce goles en contra en ocho encuentros, una media de 1,5 tantos por partido. Sin embargo, en los últimos cinco encuentros, pese a seguir recibiendo goles, ha conseguido rebajar esta media a un gol por partido, evitando actuaciones impropias de este equipo como la de Varsovia ante el Legia, donde recibieron tres goles.
LA APORTACIÓN DEL BANQUILLO
No es algo nuevo, pero el banquillo también ha sido decisivo para poder ganar La Duodécima. Hombres como Asensio, Morata o Nacho han dado al equipo lo que se le pedía en cada momento y cuando se les ha necesitado. Así, por ejemplo, el delantero consiguió marcar un gol en los últimos minutos ante el Sporting de Portugal que supuso una victoria o el balear se lució ante el Bayern saliendo desde el banquillo para asistir en Múnich a Cristiano.