El Real Madrid no se está guardando ni lo más mínima cantidad de su enorme calidad. El baño al Barcelona está siendo indiscutible y el control está más que asumido por el cuadro merengue. Tal es el nivel, que la impotencia entre los jugadores culés es imparable. El ejemplo ha sido Messi frente al vacile de Ramos.
El capitán blanco simplemente retuvo el balón en sus manos unos segundos después de que el colegiado parase el juego por una acción. Esta reacción del central de Camas no sentó nada bien a Leo Messi, al que se le pudo ver muy enfadado dirigiéndose al jugador merengue. Una muestra de la gran frustración que predomina entre la plantilla de Ernesto Valverde.
Así fue la llegada del Real Madrid al Santiago Bernabéu en la Supercopa de España by footbie.com