La suplencia de Iker Casillas en el partido de la tercera jornada de la Champions League y la derrota del Oporto provocó un terremoto en Portugal. La prensa lusa cargó duramente contra Sergio Conceiçao por la decisión de haber sentado en el banquillo al portero español. Algunos temían que se repitieran los viejos fantasmas del Real Madrid, pero O Jogo ha señalado que la suplencia del guardameta se debe a la falta de compromiso del español con el club y también por el uso constante del móvil en las concentraciones del equipo.

Según destaca el medio portugués, la falta de actitud de Casillas no agrada al entrenador Sergio Conceiçao, que exige a la plantilla la máxima intensidad. El guardameta español sabe que el uso del teléfono móvil está prohibido en las concentraciones y aun así habría incumplido esta norma. Esto es lo que ha llevado al técnico del Oporto a tomar la decisión de dejarle en el banquillo en forma de escarmiento.

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