Si se hiciese una lista de los fichajes más acertados de la historia del Real Madrid, en ella estaría copando los primeros puestos el nombre de Toni Kroos. Llegó a la capital de España procedente del Bayern Múnich para convertirse en el dueño de la sala de máquinas. Con la salida de Xabi Alonso su figura se magnificó aún más y, desde su primera temporada, su relevancia fue máxima en el, ya por aquel entonces, vigente campeón de Europa.

Toni Kroos. Foto: Pedro Rodriguez/El Bernabéu

UN FIJO DESDE SU LLEGADA

Desde su primer día se convirtió en un futbolista insustituible. Se marchó Carlo Ancelotti y lo fue para Benítez. Se fue Benítez y lo es para Zidane. En su selección, ídem. Todos saben del enorme potencial que atesora y de la capacidad de organización que posee. Todo lo que hace el Real Madrid con la pelota cobra sentido cuando pasa el esférico por sus pies. Su creatividad le convierte en alguien fundamental. Su rendimiento en días grandes, en irremplazable. No hay nadie que pueda cumplir sus funciones y en la Champions así se demuestra. Solo se ha perdido un partido y fue por lesión.

Kroos se entrena aparte

LA LESIÓN ANTE EL PSG ALERTÓ A ZIDANE

Esta temporada supera los 3.000 minutos y es el octavo jugador con más protagonismo del Real Madrid. Datos que hablan a las claras del papel que desempeña el teutón en el esquema de Zinedine Zidane. Todo eso, teniendo en cuenta la lesión que sufrió ante el PSG. Durante el partido de ida sufrió un choque con Kylian Mbappé que le produjo un esguince de rodilla y le tuvo tres semanas en el dique seco. Pese a llegar muy justo al partido del Parque de los Príncipes, Zidane -aunque no de inicio- le dio minutos cuando los parisinos asediaban la meta madridista, para poder controlar el choque y asegurar la victoria.

Toni Kroos, en el Tottenham - Real Madrid

OBJETIVO KIEV

Esos problemas físicos causaron efecto en Zidane. El galo, consciente de lo vital que es Toni Kroos para su equipo comenzó a pensar en las rotaciones y diseñó un plan específico para que el '8' llegase en plenitud a una hipotética final de Kiev. De los últimos seis partidos de liga, el mediocentro ha estado presente en cuatro de ellos. En los otros dos, fue descartado por Zizou. La hoja de ruta sigue su camino y ahora espera su exequipo. Los bávaros tratarán de arruinar la fiesta al Real Madrid, que pelea por el tercer título consecutivo. En Valdebebas trabajan seguros de sí mismos. Tienen al mejor guía posible. Tienen a Kroos.

Noticias relacionadas