El Bayern Múnich es el rival al que más veces se ha enfrentado el Real Madrid. Hasta un total de 25 partidos, con un saldo de once victorias blancas, doce bávaras y dos empates, además de una igualdad máxima entre ambos equipos: ambos suman cuarenta en este tipo de enfrentamientos.

El último de estos partidos ha sido un 1-2 en la ida de las semifinales de la Champions League 2017/2018, en el Allianz Arena. Los locales se adelantaron por medio de Joshua Kimmich, pero Marcelo Marco Asensio dieron la vuelta al marcador. De esta forma se repitió exactamente el mismo resultado que la temporada pasada, en cuartos, donde un doblete de Cristiano Ronaldo sirvió para remontar el tanto inicial de Arturo Vidal.

Sergio Ramos celebra uno de sus goles en Münich.

SE ABRIÓ LA VEDA

Y es que, en los últimos años, Múnich se han convertido en territorio merengue. Los dos partidos citados continúan una veda que se abrió el 29 de abril de 2014. Aquel día, el Madrid afrontaba la vuelta de semifinales tras haber ganado en el Santiago Bernabéu 1-0, gol de Karim Benzema. En el banquillo del Bayern se sentaba un conocido enemigo del madridismo, Pep Guardiola, y desde Alemania apostaba todo a una remontada épica.

No pudieron estar más equivocados. El partido fue épico, pero por el otro bando. El Madrid venció 0-4 en uno de los mejores partidos que se le recuerda. Sergio Ramos y Cristiano certificaron, con un doblete cada uno, lo que sería la primera victoria del conjunto merengue en Múnich por primera vez en su historia.

Nicolas Anelka, ante el Bayern Múnich

LA MALDICIÓN DE MÚNICH

Hubo un tiempo en el viajar a la ciudad alemana se traducía en derrota. La famosa 'maldición de Múnich' venía a raíz de que el Madrid nunca había podido ganar en sus diez visitas al campo del Bayern. La primera de ellas fue en la temporada 1975/1976, en la vuelta de semifinales. Un 2-0 que permitió al Bayern pasar de ronda tras el empate a uno logrado en el Santiago Bernabéu.

Ahí comenzó una racha de siete partidos consecutivos en los que el Madrid fue incapaz de superar al bayern. La racha se cortó en la campaña 2003/2004, donde Roberto Carlos logró un empate a uno, el único resultado igualado en este tipo de encuentros. Sin embargo, es más recordado el partido de cuatro años atrás. Pese perder 2-1, ese solitario gol, obra de Nicolas Anelka, permitió a los merengues validar el 2-0 de la ida para llegar a la final de lo que a posteriori sería la Octava.

Kahn, con el Bayern. Foto uefa.com

AMBIENTE INFERNAL

Los motivos de esta larga racha funesta del Madrid se deben, principalmente, al infernal ambiente que caracterizaban las visitas a Múnich. Los partidos en Madrid solían ser más igualados, con muchas victorias blancas, pero gente como Oliver Khan se encargaban de caldear el ambiente.

El portero alemán se ganó una dudosa fama de ser el azote del madridismo, con declaraciones tan exaltas como "Estos no me meten dos goles en el Bernabéu ni borracho" -palabras que le saldrían caras-, las cuales le darían el apodo de Bestia Negra del Madrid. Un Madrid que, sin embargo, ha dado un ejemplo de personalidad en los últimos años, logrando hacer que visitar Múnich parezca un agradable paseo.

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