James vuelve al Santiago Bernabéu este miércoles un año después de su despedida contra el Sevilla en Liga. Lo hará en las filas del Bayern Múnich y será en unas condiciones muy diferentes a las que tenía cuando dejó el club blanco.

El colombiano pondrá el morbo en el choque de Champions. Será su reencuentro con un público que acabó castigando sus salidas de tono fuera del campo y su irregular rendimiento tras la salida de Ancelotti. Durante su paso por el Real Madrid pasó de ser uno de los favoritos del madridismo a ser pitado casi partido tras partido antes de su marcha.

James vuelve con otra cara bien diferente y que ya mostró al Real Madrid en la ida de la eliminatoria. Atrás queda la desidia que de sus meses finales en el club blanco y que tanto se le achacó. En Múnich se desfogó y lo dio todo siendo uno de los más destacados del equipo de Heynckes. Dinámica que viene desde comienzos de temporada y es que el '11' bávaro se ha reencontrado con su mejor versión en Alemania.

Ya se vio las caras contra Zidane en la ida -el otro punto clave del morboso duelo-. El Santiago Bernabéu apoyó al francés en su decisión de relegar al colombiano a un rol secundario.

UNA DESPEDIDA SENTIDA

Aún así, se despidió de buenas maneras. Al ser sustituido en su último partido en el estadio merengue contra el Sevilla se fue aplaudiendo al público del estadio que le devolvió el cariño a un jugador que nunca cumplió las expectativas generadas en su primera temporada. En el rostro del futbolista se podía apreciar la decepción por no haber podido triunfar en el Real Madrid, su gran sueño. Está por ver cual será el recibimiento del estadio tras este último precedente.