James Rodríguez era sin lugar a dudas el protagonista de la eliminatoria de semifinales de la Champions League entre el Real Madrid y el Bayern Múnich. El mediapunta colombiano llegaba cedido al conjunto alemán el pasado verano, después de haber jugado tres temporadas en el club blanco, en las que sumó 111 partidos, 36 goles y 41 asistencias.

Precisamente por ello, el exjugador de Envigado, Banfield, Oporto y Mónaco prometió que si marcaba ante su exequipo no lo celebraría. Y así ha sido. En el minuto 62, el centrocampista de 26 años aprovechaba un rechace de su propio disparo para colar el balón entre las piernas de Keylor Navas, marcando el empate a dos. Sin embargo, James no lo celebraba. En lugar de eso, pidió perdón a la afición del estadio Santiago Bernabéu.

El partido de vuelta entre ambos equipos está siendo trepidante. Si en la ida los blancos se impusieron por 1-2 gracias a los goles del lateral izquierdo brasileño Marcelo y el extremo izquierdo balear Marco Asensio, en la vuelta marchan empate a dos. Por parte del club bávaro marcaron el lateral derecho alemán Joshua Kimmich, que también lo hizo en la ida, y el citado James. 

No obstante, un doblete del delantero francés Karim Benzema permite al madridismo seguir soñando con alcanzar la final de Kiev, la cual sería su tercera consecutiva y su cuarta en las últimas cinco temporadas. Ya en las dos temporadas anteriores -en 2016 y en 2017-, los chicos de Zinedine Zidane levantaron dos Orejonas consecutivas.