El Real Madrid, como flamante primer finalista de la Copa de Europa, dispondrá para Kiev de un total de 17.000 entradas para sus que sus seguidores puedan presenciar el encuentro en vivo. Ya hace una semana se pusieron en venta unas 7.000 entradas para el público en general quedando hasta 30.000 en manos de la UEFA. El club blanco ejecutará el reparto de las entradas entre patrocinadores, compromisarios y el resto para sus socios. Ya en El Bernabéu se adelantó el mecanismo del que podrían disponer los seguidores del club blanco para hacerse con una entrada en Kiev.

A través de la Oficina virtual de Atención al Cliente los socios podrán solicitar hasta un máximo de seis entradas por carnét. Como presumiblemente habrá más solicitudes de entrada que localidades disponibles el club hará un sorteo entre los solicitantes el próximo ocho de mayo. El precio de las entradas en el Olímpico de Kiev rondarán de entre los 70 euros -categoría 4- hasta los 450 -categoría 1-.​ El estadio cuenta con una capacidad de 64.000 entradas y el otro finalista contará con el mismo número de ellas que el Madrid.

TRASLADO DE LOS MADRIDISTAS

Nada más sonar el pitido final en el partido de vuelta del Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y el Bayern los aficionados blancos ya se sabían en la final de Kiev. Dicho esto, son tres semanas y media hasta enfrentarse a un rival -Liverpool o Roma- para conseguir arañar cualquier tipo de oferta para hacerse con un viaje con el mejor precio posible. El Bernabéu ya hizo un simulacro para los seguidores madridistas sobre lo que costaría el viaje desde Madrid a Kiev para el día 20 de mayo.

¿Y DESDE MADRID?

El Real Madrid cuenta por millones los seguidores del Real Madrid a lo largo y ancho del globo terraqueo. De ellos, miles se concentran en el territorio nacional de los cuáles muchos no dispondrán de efectivo monetario o posibilidad de traslado para ir hasta Kiev a presencia la final en directo. Es por ello que el Madrid pondrá a disposición de sus aficionados la posibilidad de presenciar la final dentro del Santiago Bermabéu a través de cuatro pantallas gigantes. Ningún espectador, se sitúe donde se sitúe en el feudo blanco, se quedará sin poder vivir cada segundo de la honorable final.

Ya el Real Madrid empleó esta iniciativa en las finales de Milán y Cardiff, ambas con buen regusto para los blancos. 

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