Gianluigi Buffon apura sus últimos días como futbolista. Cuando todo parecía indicar que esta sería su última temporada en Europa, ha manifestado en The Players Tribune que, mientras se vea capacitado, quiere seguir jugando en la Juventus. Su despedida de la Champions fue de lo más amarga y, probablemente, quiera resarcirse. De esta manera, se cerraría la puerta a una salida rumbo a Boca Juniors, que, de la mano de su entrenador, ya ha reconocido su interés en el guardameta.

EN ITALIA HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE

"Sabiendo que soy un personaje importante del deporte, no quería, ni quiero, irme de Italia. Mientras pueda, prefiero estar aquí. En un par de meses me reuniré con el presidente y lo valoraremos tranquilamente. Ahora mismo estoy feliz y tranquilo. Cuando juego estoy contento porque me gusta el ambiente, estoy con amigos y sé que puedo ayudar en el campo. Cuando no pueda, no pasa nada, he tenido una gran carrera".

EL MAL MOMENTO QUE VIVE EL FÚTBOL ITALIANO

"Algo falla. Me cuesta creer que Italia ya no consiga crear talentos como los de antes. Cuando entré en la selección estaban Baggio, Del Piero, Totti, Inzaghi, Montella, Vieri, ... Muchísimos grandes talentos. Pero en los últimos diez años veo que Italia tiene buen equipo, no somos malos, somos un buen equipo, pero sin los talentos que había antes. Sin ciertos jugadores cuesta mucho conseguir resultados, victorias. La Serie A puede ser inferior, pero si sigues teniendo buenos jugadores, jugarán en el París Saint-Germain o en el Real Madrid. La selección nacional se mantiene en un nivel alto. Pero a excepción de Verratti, que juega en el París Saint-Germain, no tenemos jugadores, excepto en la Juventus, que jueguen en los grandes equipos de Europa. Esa es la cuestión".

ASÍ VIVIÓ EL MUNDIAL DE ALEMANIA

"Fue una locura, ya han pasado doce años y cuando miro el equipo de Francia veo que eran buenísimos. Creíamos que ya habíamos ganado, pero nos tocaba contra un equipo bestial. En la final contra Francia estaba menos tenso que contra Alemania paradójicamente. Recuerdo que la víspera del partido contra Alemania dormí seis o siete horas, pero antes de Francia dormiría dos horas. Recuerdo cierto malestar, como dije antes, por las emociones fuertes que cuesta controlar y luego cuesta descansar, es difícil".