Gareth Bale no ha pasado por su mejor temporada. Lesiones, críticas, falta de puntería y rumores sobre un futuro que sigue sin estar nada claro. Pero justo a tiempo ha reaccionado con un mes de mayo difícil de repetir. El galés ha estallado en ataque con grandes números hasta firmar el mejor mes de mayo de su estancia en el Madrid. Quiere recuperar protagonismo y Kiev es el objetivo.

EL MEJOR MES POSIBLE

Cuatro goles en cuatro partidos. Un tanto cada 67,5 minutos. Son los grandes números que Bale ha conseguido en este último mes. Marcó dos al Celta, otro al Barça y terminó La Liga con una nueva diana frente al Villarreal. Un total de 270 minutos exprimidos al máximo. Por tanto, es una realidad que Bale llega en racha. Nunca había logrado estar tan bien en un mes de mayo.

La temporada pasada, sin ir más lejos, apenas jugó 13 minutos en Cardiff tras superar su lesión y cerró mayo sin haber podido disputar ni un solo segundo. Algo similar vivió en la 2015/2016. El galés jugó hasta tres partidos pero no encontró la puntería en ninguno de ellos. Simplemente dio dos asistencias, una en la final de Milán ante el Atlético de Madrid. Muchas más oportunidades tuvo en la 2014/2015 con participación en hasta cinco partidos -dos de ellos semifinales de Champions-, pero en ninguna cita sumó un gol. Para encontrar un buen mes de mayo hay que retrotraerse hasta la temporada 2013/2014. Bale jugó tres partidos, uno de ellos la final ante el Atlético en Lisboa, y logró un gol en 150 minutos.

SU TEMPORADA

El año de Bale ha estado repleto de altibajos. Si en mayo ha logrado un gran ratio de un gol cada 67,5 minutos jugados, en toda la temporada se va hasta los 123 minutos y con un solo gol en la Champions. Una lesión en octubre rompía su dinámica y le dejaba nueve partidos de liga fuera y cuatro de Champions vistos desde casa. Por si fuera poco, en su regreso tampoco contó con toda la suerte del mundo. Las críticas le han perseguido y Zidane le ha olvidado en partidos importantes de la máxima competición europea.

EL FUTURO

Tal y como adelantó EL BERNABÉU, Bale tiene como objetivo primordial marcharse a final de temporada a la Premier League. Tiene muchos pretendientes y entre otros el Manchester United y el City. Bale ha desatado una guerra en dicha ciudad. Y es que el galés tiene calidad, y eso nadie lo duda, pero quiere tener ese liderazgo y protagonismo que en el Madrid cree que no ha tenido.

SUS RIVALES DEL LIVERPOOL NO LE MEJORAN

Gareth Bale tendrá dos jugadores en frente con los que le compararan constantemente. Jueguen o no de titulares, y aunque no coincidan en el terreno de juego, se observará cuáles son las actuaciones de cada uno de los jugadores. Mané y Firmino llevan recibiendo halagos desde que se conoció la final de Kiev mientras que Bale ha estado constantemente en el punto de mira. Los datos hablan por sí solos. Firmino no ha marcado ningún tanto en este mes de mayo con tres partidos jugados y 261 minutos en las piernas. Mané, por su parte, ha logrado ver portería en una ocasión pero en 247 minutos.

PENDIENTE DE ZIDANE PARA KIEV

Zidane viene repitiendo varias semanas que no sabe qué once alineará en la final de Kiev. Puede jugar Isco, puede hacerlo Benzema, o puede haber sorpresa con Lucas Vázquez o Asensio. Toda la plantilla llega al máximo nivel y las dudas son notables. Más todavía teniendo en cuenta el partido de Villarreal.

El técnico francés sacó un esquema que podría ser perfectamente el que plante cara al Liverpool. Benzema en el banquillo y Bale en la punta de ataque para acompañar a Cristiano Ronaldo. El resultado fue bueno y la primera mitad así lo reflejó. Bale podría estar ante su último partido como merengue y, visto lo visto, está claro que lo quiere cerrar a lo grande.