El Real Madrid ha encontrado en Zidane el hombre perfecto. Después de varias temporadas con títulos pero sin una continuidad y consagración fija en el banquillo merengue, el francés ha logrado hacerse con los mandos sin ningún problema. Ha pasado por diferentes críticas, baches y rumores. Pero él siempre se ha mantenido fiel a sus principios y siguiendo varias claves. Después de que se le echara en cara no ganar a La Roda, Zidane se ha colocado como el mejor entrenador del mundo.

TÍTULOS

Es quizá el apartado más importante en el mundo del fútbol. Tanto para los jugadores como para el mismo presidente. Ganar es lo que mueve el deporte y más si cabe el Real Madrid. Pero no ganar encuentros, sino títulos. Y de las dos cosas sabe bien el equipo de Zidane. El francés no supera los tres años en el banquillo merengue pero ya llega a los nueve títulos. Es el segundo entrenador del Real Madrid en esta clasificación de trofeos, buscando ya superar a los 14 cosechados por Miguel Muñoz. Ya ha superado a otros pesos pesados del ámbito como Mourinho, Del Bosque o Molowny. 

Pero además ha sumado hitos pocas veces cosechados sino inéditos. El último y más reciente: tres Champions seguidas. Nadie lo había logrado hasta el momento en este nuevo formato de la competición. Eso indica que podrá ganar su tercera Supercopa de Europa consecutiva y misma línea con el Mundial de Clubes. Además, el curso pasado recuperó el doblete Liga-Champions que tanto se echaba de menos en la capital. Zidane es historia y quiere seguir trabajando para mantenerse en lo más alto.

PERSONALIDAD

Si Zidane destaca por algo es por su forma de ser. Él es así y por ello le han llegado a criticar. Es lo que tiene estar en el Madrid, que los ataques serán constantes salvo sorpresas. Pero él no se ha inmutado. Esa calma le ha hecho gestionar situaciones muy complicadas como la eliminación de Copa del Rey. O cualquier polémica en el seno del vestuario o con algún jugador. Histórica fue su disculpa a Ceballos en plena rueda de prensa por haberle sustituido. 

Esa misma actitud la ha trasladado al juego. Una forma de mover el balón con cabeza, pero defendiendo si es necesario y echándose a la carrera cuando plazca. El Madrid ha logrado esa estabilidad y ha encontrado el estilo que tanto echaba en falta. En Kiev volvió a acertar. Sacó a Isco y Benzema de titulares y, cuando el partido cambió de dinámica, introdujo a un Bale que resultaría clave. Igualmente, ya sorprendió con Lucas de lateral o con el gallego y Asensio en la titularidad frente al PSG. Los resultados de estas decisiones ya se conocen: victoria.

GESTIÓN DEL VESTUARIO

Zidane sabe lo que es estar dentro del Real Madrid. Como jugador se encumbró y como entrenador va por el mismo camino. El propio Ramos lo reconocía hace unos días en el Open Media Day: ya no hay ningún problema interno. Algo importante y que en los últimos años, tal y como reveló el capitán, no había sucedido. Este Madrid se ha convertido en una familia valiente que defiende a todos sus compañeros. 

En los momentos difíciles de Zidane fueron Marcelo y Ramos los que sacaron la cara. En los de Keylor, el propio entrenador. Y así en un sinfín de ocasiones en las que cualquier problema o polémica se ha resuelto a la primera. El equipo se conoce a la perfección y el haber tocado pocas piezas de la plantilla desde la llegada de Zizou va haciendo efecto.