Los fantasmas han regresado a la cabeza de Neymar Jr. Él mismo reconocía, recientemente, que tenía "miedo" a una posible recaída o alguna otra lesión, que le privase de hacer su sueño realidad: ser campeón del mundo. Y en el último entrenamiento de la Canarinha se ha temido lo peor. En mitad de la sesión, el jugador del PSG ha tenido que ser atendido por el fisioterapeuta del combinado brasileño. Su tobillo derecho, en el mismo pie donde sufrió la rotura del quinto metatarsiano, se ha resentido y ha tenido que ser vendado para mitigar el dolor y la movilidad del mismo, y, de esta manera, poder terminar el entrenamiento.

Neymar, pese a que ya han pasado tres meses desde su lesión, no está en plenitud de condiciones todavía y ha recibido un aviso. Cualquier tipo de riesgo que asuma, por mínimo que sea, podría suponer una recaída y frustrar sus intenciones. Además de ser un paso atrás en su carrera por ser el mejor jugador del mundo, que, tal y como adelantó EL BERNABÉU, podría llevar a cabo en el Real Madrid la próxima temporada, si el PSG se decide a traspasar a su estrella.

CENTRADO EN EL MUNDIAL

Ahora, el brasileño quiere aislarse por completo y pensar única  exclusivamente en su selección. Quiere ganar el Mundial de Rusia y tiene entre ceja y ceja hacer un papel decisivo, que le catapulte al trono del fútbol mundial. En Londres, donde se están entrenando los de Tite, mimará y cuidará su pie derecho hasta la saciedad y ultimará la puesta a punto para llegar en las mejores condiciones a la cita, que tanto aguarda desde que una lesión de espalda en 2014 le privara de jugar las semifinales ante Alemania.