La dimisión de Zinedine Zidane ha caído como una bomba en el vestuario del Real Madrid. Los jugadores no esperaban que el entrenador anunciara su marcha solo cinco días después de levantar La Decimotercera en Kiev. El técnico solo habló con Sergio Ramos minutos antes de la rueda de prensa en la que iba a anunciar su adiós. El capitán se lo comunicó al resto de los pesos pesados, aunque fue García-Coll, el hombre del club más próximo a la plantilla, el que dio la noticia al resto de jugadores. 

Zinedine Zidane, en su última rueda de prensa en el Real Madrid

La sorpresa se mezcló con tristeza. La unión entre la plantilla y Zidane era total, precisamente uno de los motivos por los que el francés se ve incapaz de continuar. El entrenador aseguró a Florentino Pérez y José Ángel Sánchez que no era el hombre indicado para liderar la revolución que necesita el equipo para seguir ganando. Ahora el futuro de muchos jugadores queda en el aire. Benzema o Keylor Navas, intocables para el galo, podrían ver su estatus comprometido, mientras que a otros como Ceballos se le abre una puerta para continuar. 

EL FUTURO DE BALE Y CRISTIANO RONALDO

La situación que también da un giro inesperado es la de Gareth Bale. El galés, tal y como informó EL BERNABÉU, quería seguir, pero todo dependía de que recuperara los galones perdidos durante la última temporada. Con la llegada de un nuevo entrenador, la continuidad del de Cardiff es más probable. Precisamente, lo contrario sucede con Cristiano Ronaldo. El '7' está muy disgustado por la dimisión de Zidane y las posibilidades de que vista la camiseta blanca la próxima temporada descienden considerablemente. Una extraña relación causa-efecto, ya que el entrenador se va para no tener que gestionar la salida del portugués

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