Alisson Becker sigue siendo noticia. Y su fichaje por el Real Madrid, tal y como adelantó EL BERNABÉU, podría estar muy cerca de cerrarse. Pese a cuajar una gran temporada en el conjunto giallorossi y llegar, incluso, a unas semifinales de Champions, después de dejar en el camino a clubes como el Barcelona, el guardameta brasileño quiere continuar su progresión y fichar por el cuadro merengue significaría dar un paso adelante en su carrera.

En Roma, no ha estado, ni mucho menos, descontento. Es más, ha sido el equipo que le ha dado la oportunidad de brillar en la élite del fútbol mundial y ponerse en el escaparate para atraer el interés de los transatlánticos europeos; sin embargo, la llamada del trece veces campeón de Europa es irrechazable. Más aún cuando el proyecto del equipo romanista decide prescindir de jugadores tan importantes como Radja Nainggolan, que se ha marchado al Inter de Milán. Si bien es cierto que se han reforzado con jugadores como Justin Kluivert o Pastore, la influencia que tenía el belga en el vestuario era máxima.

TRISTE POR LA MARCHA DE SU COMPAÑERO

Sobre su salida, el cancerbero ha querido desearle suerte y "que sea feliz en su vida", a la vez que le ha calificado como "un gran profesional" que "ha hecho historia en Roma". Su pérdida, ha dicho profundamente apenado, "es una lástima" y en el Olímpico, a buen seguro, echarán de menos su garra y su competitividad. Por otra parte, Alisson también ha hecho una recapitulación de los tres partidos del combinado verdeamarelo. "Tres partidos", donde solo "la calidad técnica y táctica" de la Canarinha les ha permitido llegar a octavos de final. Allí esperará una México muy fuerte, que ha dejado fuera a la todopoderosa Alemania. No obstante, el conjunto Tricolor no supone ninguna amenaza para él. Todo lo contrario. Le motiva. "Vamos a Samara a ganar", ha concluido.