Es el eje central del eterno debate de todos los veranos. Se aproxima el mes de agosto y con ello la 'pelea' sobre la concreción de la sede para la Supercopa de España. Valencia,  Bilbao, Madrid, Barcelona, Sevilla... muchas plazas pero ninguna termina convenciendo para establecer un campo fijo tal y como ya cuentan otras grandes ligas en Europa.

Sin embargo, por primera vez en todos estos años, la Real Federación Española de Fútbol ha planteado, "como excepción", jugar el próximo 12 de agosto la Supercopa a partido único y en sede neutral. Algo que el Barcelona en principio se niega si esta tiene lugar en la ciudad de Sevilla. Mientras, por otro lado, el club hispalense solo aceptaría tal propuesta si dicho torneo termina por jugarse en la capital andaluza, concretamente en el estadio La Cartuja. Ante la incertidumbre por determinar al fin cómo y dónde, la RFEF ha comunicado a través de la cuenta oficial en Twitter que ambos clubes tendrán hasta la medianoche de este jueves 5 de julio para llegar a un punto de acuerdo.

Tal es el tira y afloja entre uno y otro equipo que incluso se ha llegado a conocer la idea, remota por el momento, de disputar el partido en Tánger (Marruecos). Un completo desbarajuste provocado por la falta de diálogo entre las entidades deportivas involucradas.

El Barcelona jugará este encuentro como vigente campeón de La Liga 2017/2018. Como también logró salir campeón en la final de la Copa del Rey ante la escuadra sevillana, serán estos los que ejercerán como segundos de a bordo en calidad de subcampeón del trofeo nacional.