Tallin comienza a engalanarse para recibir al Real Madrid y al Atlético de Madrid el próximo 15 de agosto. Ambos clubes de la capital de España pugnarán por hacerse con la próxima edición de la Supercopa de Europa. Los del 'Cholo' Simeone tratarán de impedir que los blancos se alcen con su tercer entorchado consecutivo, algo que ratificaría, aún más, su dominio en Europa.
Ambos clubes, a su llegada a la capital de Estonia, se van a encontrar con un clima que dista mucho del que acostumbra en los últimos días en Madrid. Ni siquiera el termómetro alcanzó los 20ºC de temperatura este fin de semana por lo que se presume que para el día del partido la sensación sea parecida. Eso sí, hace tan solo un par de semanas, la temperatura rondaba los 30 grados.
Otra peculiaridad de esta cita, y que comienza a tornarse en algo dentro de la normalidad, es la envergadura del Estadio donde se disputará la final. El Estadio Le Coq Arena de Tallín apenas supera los 10.000 espectadores, muy lejos de los, por ejemplo, 80.000 del Santiago Bernabéu. En el estadio, los preparativos están casi listos y tanto en el campo como por la ciudad ya se presume del evento que albergarán el próximo miércoles.
Un segundo impedimento para los de Julen Lopetegui, que tratarán de ajustar su juego y estilo a unas dimensiones notablemente reducidas a lo acostumbrado por regla general. Durante este fin de semana, los organizadores, eso sí, procuraron un ambiente digno de las entidades deportivas, engalanando el Estadio con sendas banderas de ambos clubes así como numerosos vídeos conmemorativos de los últimos triunfos de las escuadras madrileñas en Europa.
Los periodistas, anexos, y sitios de interés
Pero los jugadores, cuerpo técnico y resto de empleados de los equipos no serán solo los que 'sufrirán' estas condiciones particulares. Las dimensiones reducidas del entorno obliga a la organización a sitiar la sala de prensa así como las zonas de trabajo para los periodistas, en un campo anexo al Le Coq. Para evitar la confusión el miércoles, se ha preparado un plano de ubicación a la entrada del recinto deportivo.
En la ciudad, el casco antiguo sobre todo de Tallin, los aficionados de ambos equipos que irán aterrizando estos días, la diversión puede ir orientada desde la visita a monumentos de la capital de Estonia declarados patrimonio de la Humanidad hasta 'tapear' por los numerosos restaurantes que se sitúan en el centro antes de poner rumbo al estadio y ver a su equipo ganar el primer título oficial de la temporada.
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