El Real Madrid no comenzó la temporada como esperaba. El primer título en juego del curso fue a parar a sus vecinos rojiblancos tras un partido en el que el control fue de un lado para otro hasta que los de Simeone golpearon en la prórroga con los goles de Saúl y Koke.

El estreno de Lopetegui en el banquillo dejó varios momentos reseñables durante la Supercopa de Europa, pero el equipo se hundió a partir del gol de Diego Costa que puso el empate a dos. El Madrid pudo llevarse el trofeo pero acabó cediendo ante los colchoneros por varios motivos:

Graves errores defensivos

Los cuatro goles del Atleti llegaron de despistes o errores de la zaga del Real Madrid. Durante todo el verano se ha achacado una y otra vez que hacía falta reforzar la delantera, pero este miércoles fue la zaga blanca la zona que tuvo más problemas a lo largo de todo el encuentro.

Un error de Varane en la primera ocasión del partido dio el gol a Diego Costa en el 1'. Otro claro de Marcelo, que pasó de evitar un saque de banda a regalar una ocasión clara, supuso el empate del hispano-brasileño a diez minutos del final. En la prórroga, Carvajal y, otra vez, Varane hicieron más fácil a Saúl y Koke sentenciar un partido cuando peor estaban físicamente.

Keylor no tuvo el día

La portería del Real Madrid era uno de los puntos señalados antes del encuentro. Había muchas expectativas puestas en el regreso de Courtois, pero Lopetegui prefirió apostar por Keylor quien lleva más carga de trabajo. El tico tenía por delante una gran oportunidad para reivindicarse pero no lo aprovechó.

Keylor estuvo mal en el gol inicial de Diego Costa que entró por su palo. Poco pudo hacer en el segundo del delantero rojiblanco. Sin embargo, en el tanto de Saúl estaba mal colocado pese a ser todo un golazo. No estuvo bien y menos aún fue salvador. El Atleti metió cuatro de los cinco tiros que hizo a puerta.

Faltó un delantero revulsivo

El Real Madrid echó en falta la entrada de un jugador que revolucionara el partido. Bale y, sobre todo, Benzema fueron de más a menos y los cambios aportaron muy poco. Ese revulsivo pudo ser Vinicius -así lo pedía el madridismo- pero Lopetegui prefirió dar entrada a dos jugadores más experimentados que el joven brasileño: Lucas y Mayoral. Ninguno apareció en el tiempo que estuvieron sobre el campo.

Tras la Supercopa de Europa vuelven a aparecer las dudas sobre si el Madrid debería fichar un delantero suplente que pueda salvar al equipo en momentos así. El club blanco, eso sí, no perderá la cabeza en el cierre de mercado. Quedan solo 15 días para poder fichar.

La lesión de Casemiro

La sustitucion del brasileño fue demoledora para el Real Madrid. El equipo perdió equilibrio y contundencia atrás sin el brasileño. El '14' no comenzó muy bien el partido pero con los minutos se fue haciendo grande, cortando los avances rivales y siendo determinante en el área de Keylor.

En la segunda mitad sintió unas molestias en sus isquios que le impidieron seguir, como contó en zona mixta, y Lopetegui dio entrada a Ceballos. El utrerano tampoco tuvo su día y el equipo se desmoronó tácticamente sin el jugador que servía de pilar entre en la defensa y el ataque blanco.

Bajón físico del equipo

A estas alturas de la temporada, lo normal es que el equipo no esté fisicamente a tope y así ocurrió en Tallin. El Real Madrid tuvo momentos en los que parecía bailar sobre el Atleti del Cholo -ayer del 'Mono' Burgos-. Quedó claro que cuando la energía no flaquea, los de Lopetegui están un peldaño por encima de los colchoneros, pero el equipo merengue acabó sufriendo con el paso de los minutos.

El cansancio se notó sobre todo en los minutos finales. El gol de Diego Costa fue un duro golpe moral y al equipo empezaron a pesarles las piernas. Benzema acabó muerto tras el esfuerzo realizado y se vio que jugadores como Modric o Varane todavía no están listos físicamente.