El partido contra el Getafe fue el primero oficial del Real Madrid en el Santiago Bernabéu desde la marcha de Cristiano Ronaldo. Nueve años después no se escuchó por la megafonía el nombre del portugués. Sin embargo, no hubo funeral alguno por el que es el mejor jugador en la historia del club blanco junto a Alfredo Di Stéfano.
No es por despecho, es por indiferencia por lo que la afición madridista ha decidido 'olvidar' a Cristiano Ronaldo. Cansada tras su fría despedida, el luso ya es historia. Una leyenda que forma parte del pasado, pero por la que no se derramará una sola lágrima. Roma no paga traidores. Y el Madrid no llora por quien no quiere estar.
Lo cierto es que las palabras de Cristiano en la televisión oficial de la Juventus han dolido más en el vestuario que en cualquier otra esfera del club merengue. "Es diferente, aquí somos una familia", espetó la antigua estrella blanca. Un dardo que alcanzó de lleno a los que hasta hace poco fueron sus compañeros y que no han dudado en responder sutilmente al de Madeira.
El primero de todos fue Sergio Ramos con una publicación en Instagram. Antes, en la rueda de prensa previa a la Supercopa de Europa, el capitán ya mandó un recado a su amigo, pero ahora rival: "Ningún jugador está por encima del escudo de este club". Después han sido Marcelo, Nacho, Asensio, Carvajal y hasta el propio Lopetegui los que han hablado de la importancia del colectivo por encima de las individualidades.
El Real Madrid es ahora una piña. Respetan a Cristiano, pero han pasado página al igual que lo hizo un Santiago Bernabéu sin apenas camisetas del portugués en las gradas. El mayor dolor para el '7' es la ausencia de luto. Con el tiempo, dentro de unos años, esa grieta abierta entre el futbolista y el madridismo se cerrará. Porque así debe ser y porque, a pesar de sus malas formas y de una despedida agria, es una parte muy importante de la historia del club merengue.
Sobre el campo el Madrid también sabe vivir sin Cristiano. Bale se ha erigido en estrella y está respondiendo a los galones que antes nunca tuvo. El triunfo contra el Getafe desquita, un poco, el dolor por haber perdido contra el Atlético un título. Debates aparte sobre la necesidad de fichar o no, lo cierto es que el equipo de Lopetegui juega bien y transmite buenas sensaciones. Lo de Tallin debe ser solo un contratiempo en el camino. Nada que no se pueda subsanar.
Por otro lado, el debut del luso en la Juventus no fue esperanzador. El actual campeón de la Serie A sufrió de lo lindo para derrotar al Chievo Verona y el Balón de Oro no vio puerta. En su nueva familia bianconera, Cristiano deberá encontrar la felicidad que siempre tuvo en Madrid. Esta vez, el mejor goleador de todos los tiempos equivocó el tiro.