El mercado de fichajes está en las últimas y con él los rumores y noticias sobre posibles incorporaciones y otras tantas salidas. Un cierre que sin duda es un alivio para todos los jugadores cuyo futuro estaba en el aire. En el Real Madrid saben lo que es ese sentimiento pero la calma está más cerca de llegar.

Marcos Llorente, que ha sido una de las dudas durante toda la pretemporada, continuará una campaña más en el Real Madrid. Será su segundo año consecutivo en el primer equipo del conjunto merengue. A pesar de no haber contado con minutos suficientes bajo la tutela de Zidane, la llegada de Lopetegui le ha favorecido y él ha confiado en tener minutos.

La noche del 31 de agosto pondrá punto y final a esta ventana de traspasos de verano y cerrará por completo las plantillas de todos los equipos del continente. Con la temporada empezada y con los objetivos ya fijados, la concentración se pondrá plenamente en lo que respecta al juego y no a la carrera deportiva.

El Madrid necesita un centrocampista

El conjunto merengue no dejará marchar a Marcos Llorente. Es necesario que ocupe un puesto en el centro del campo y más tras la salida de Mateo Kovacic hace unas semanas. El croata, a pesar de que ha contando con el respaldo del club y con el seguro de ser una pieza importante, optó por abandonar la entidad rumbo al Chelsea, dejando vía libre a otros jugadores como Llorente.

El canterano lo quiere aprovechar y, además, gusta tanto a la afición como al club y al cuerpo técnico. Su cesión en el Alavés fue una de las más exitosas y terminó como una revelación de La Liga. Ese aval mantiene la plena confianza en todo lo que puede dar como jugador del Real Madrid y su insistencia en no salir cedido reafirman su compromiso.

Y es que ha sido el jugador el que ha intentado por todos los medios no cambiar de equipo esta temporada. Marcos Llorente se ve con posibilidades suficientes de entrar en la rotación de Julen Lopetegui y de ahí su insistencia. Sabe que el vasco maneja a la perfección el talento joven y tiente ante sí un año vital.

Una actitud que choca por completo con la del club. En el Real Madrid veían mejor una cesión para no frenar su desarrollo. Eso supondría dejarle en un equipo en el que fuera titular y así volver a explotar su calidad como lo hizo en el Alavés. Ofertas no le han faltado y han estado entre las opciones desde el Betis, hasta el Sevilla o incluso el Valencia. Una verdadera ganga en el mercado que ha sido tentada por todos, pero que finalmente seguirá vistiendo de blanco.

La competencia de Llorente

El centro del campo del Real Madrid tiene una gran variedad de nombres y con grandes contrastes. A los habituales titulares Kroos, Modric y Casemiro, se han sumado nombres como el de Valverde, Ceballos y el propio Llorente. Será sobre todo el uruguayo el que compita por lo minutos que queden libres.

La posición a priori clave será la de Casemiro. Esa que también ocupaba Kovacic y que ahora deparará una carrera entre Valverde y Llorente. El primero, que también salió cedido pero al Deportivo, ha convencido en la pretemporada. Es otro de los jóvenes talentos que ha dado La Fábrica y se quedará en el primer equipo.

La meritocracia de Lopetegui

Si por algo está destacando el inicio de temporada del Real Madrid es por la igualdad de opciones. Hay rotaciones como las hubo en las primeras campañas de Zidane y los resultados están siendo muy positivos. Esa meritocracia que ha impuesto Lopetegui abre la puerta a los más jóvenes.

Y el ejemplo de su mano firme está en decisiones complicadas como las de la portería o los cambios. Aunque se apuntaba a Courtois como el portero número uno, de momento sigue sin debutar en el Real Madrid. Además, ante los que situaban a algunos jugadores como intocables, Lopetegui sustituyó a Marcelo ante su falta de ritmo. En esas situaciones, cambios como los de Llorente serían factibles para el técnico.